Aprovecha al máximo la temporada de sandías con estas recetas irresistibles

Creo que la sandía es una de mis frutas favoritas. Es fresca y muy dulce y da mucho juego con la cocina. Tengo que reconocer que lo es porque la echo de menos durante el año, y cuando llega la temporada la cojo con muchas ganas.

Este año estoy muy creativa con esta fruta y quiero compartir aquí algunas recetas que estoy haciendo y que están teniendo mucho éxito en casa.

¿Cuándo es la temporada de sandías?

Creo que comer frutas de temporada no sólo tiene que ver con el precio, que es más barato, sino también con la calidad del alimento y los nutrientes que nuestro cuerpo necesita.

Me gusta observar cómo la naturaleza hace las cosas, y si te fijas, nunca hace las cosas porque sí. Siempre hay un motivo. Aprovecha al máximo su energía y nunca desaprovecha recursos.

Si llevamos esto al plano de la alimentación de temporada, tiene sentido pensar que en cada estación se cosechan los alimentos que todos los animales (humanos incluidos) necesitamos durante esa temporada. Por eso, quizá no tiene sentido comer sandías constantemente en invierno o naranjas en verano.

Aunque eso no quita que conservemos la comida y aprovechemos también algunos de estos nutrientes. Pero claro, la gran parte de la alimentación serán productos de temporada.

Entonces, ¿cuándo es la temporada de sandías?, pues en los meses de más calor: durante el verano. En España empieza en junio y acaba en agosto. Quizá en septiembre todavía podamos encontrar algunas, pero ya estaríamos en postemporada.

Sandía siempre lista para comer

Una de las cosas que más pereza me da de comer fruta es tener que prepararla. Y, tanto la sandía como el melón, se llevan la palma. Lo sé, tampoco es tanto trabajo cortar una tajada y preparar los pedazos, pero mucho menos trabajo es coger un Tupper y comer directamente.

Esto lo hago desde hace muchos años, cuando bajábamos cada día a la playa en verano y siempre llevábamos un poco de sandía para comer a media mañana. Ahora que ya no bajo a la playa, lo sigo haciendo. Es un buen recurso si vas a salir de casa y te entra el gusanillo porque llevas unas horas fuera.

Esta primera receta es sencilla. Basta con que cortes en rodajas la sandía y hagas tacos.

Yo lo almaceno en un Tupper con cierre al vacío, pero durante muchos años no lo he tenido, y aunque aguanta un poco menos, lo tienes siempre listo para comer.

Ahora, con este sistema de cierre al vacío, aguanta mucho más, y, además, tiene una aplicación que me avisa si queda poco para que se caduque. ¡Aunque con la sandía nunca pasa!

Helado de sandía

Receta de polo de sandía

Es una nueva incorporación este verano, y viendo el éxito que ha tenido, creo que se quedará durante muchos más.

Otros años lo había hecho con melón, pero la verdad es que el dulzor de la sandía le da un toque muy bueno.

No tienes que hacer nada más que picar un poco de sandía en tacos y echarlo en un procesador de alimentos. Cuando tengas una papilla, lo metes en un molde de helado y al congelador. ¡En unas horas lo tendrías listo para comer!

Ni siquiera hecho azúcar o miel, ya que la sandía es muy dulce, y al congelarse, se concentra el sabor y está realmente deliciosa.

Receta de helado cremoso de sandía

Mientras grababa el vídeo y hacía los helados que he comentado antes, se me ocurrió otra receta que ha tenido un éxito tremendo: helado cremoso de sandía.

Recuerda que la nata UHT mata todas las bacterias y hace que sea mucho más fácil de digerir, además de que pierde sabor y muchas veces lleva otros ingredientes que no deberían estar presentas en la nata.

Sé que es un poco complicado encontrar nata fresca, pero puedes comprar varias raciones y congelar, para tener siempre a mano. Yo he encontrado en grandes superficies como Alcampo y Carrefour. Incluso en los Carrefour Markets tienen unas tarrinas de marca blanca que están deliciosas.

Tenemos dos opciones: tomarlo como batido o bien congelarlo en un molde y hacerlo helado.

Incluso, si la nata está un poco agria, le podemos echar un poco de miel cruda o sirope de arce.

Otra forma de hacerlo y aportar además de nutrientes, muchos probióticos a tu merienda es sustituyendo la nata por kéfir de leche. Es una alternativa deliciosa y perfecta para cuidar la flora intestinal.

¿Qué moldes usar?

Yo uso de dos tipos.

Por un lado, el típico de polo que viene con un palo. Últimamente lo estoy viendo en un montón de sitios y con distintas formas. Están muy bien porque vienen con agujeros en el palo que hacen que el líquido o el puré se adhiera mejor al palo y no resbale a medida que se va derritiendo.

Es cierto que ocupan bastante, pero realmente sólo es durante unas horas, mientras se congela. Una vez que ya sé seguro que se han congelado, les quito la plataforma que los sujeta y permite que el líquido baje bien y se sujete el palo. De esta forma ocupan mucho menos.

Otro sistema que les gusta mucho a mis hijas es el de tipo flash o calipo. Estos los compré en Lidl y son de silicona. Vienen con una tapa que cierra herméticamente, así que no hay miedo de que se salga en la nevera mientras se va congelando lo que hayas metido en el interior.

Gazpacho de sandía

Como comentaba antes, el año pasado experimenté mucho más con el melón que con la sandía, y estuve probando el gazpacho de melón, que, por cierto, está delicioso. Pero nunca había hecho gazpacho de sandía. ¡Qué pena, porque realmente es un manjar!

Me gusta echarle un poco de ajo infusionado en aceite, porque así está más suave. Además, el ajo de esta forma se queda más blandito y es fácil machacarlo para hacer una majada.

Yo no uso pimiento, básicamente porque todavía no tengo pimientos de esta temporada, pero con la receta que he hecho, creo que no es necesario porque está llena de sabor. Lo que sí echo es pepino, además de tomate. Como ambos tienen mucha agua, además de la que ya tiene la sandía, no echo agua de más.

Después aderezo con aceite, sal y voy ajustando con vinagre. Es una maravilla cómo queda el vinagre con el dulzor de la sandía. Me gusta mucho usar mi vinagre de manzana, pero como estamos fuera de temporada, me he quedado sin y en esta ocasión estoy usando del comprado. La temporada que viene haré mucho más para tener durante todo el año.

Gominolas de sandía

La última receta que es otro verdadero manjar son las gominolas de sandía.

Sólo tiene un ingrediente, así que, aunque tenga el nombre «gominola» es saludable.

Para hacer esta gominola lo único que necesitamos son láminas de sandía y secarlas. Podemos secarlas en una deshidratadora eléctrica o hacerlo de forma ancestral.

La verdad es que me gusta la idea romántica de hacerlo de forma ancestral, pero debes estar bastante pendiente para que no se estropeen los trozos.

En cambio, al hacerlo con un deshidratador, en una noche tienes las gominolas listas para comer, y, además, mantienen el color rojo.

Tengo que decir que he probado las dos opciones, y las dos están deliciosas, pero si eres sensible a los colores en la comida, la primera opción deja la sandía con un rojo muy oscuro, casi negro. En el segundo caso, mantiene el color.